Bihao cocina de origen colombiano

Menú de $155.000 Antes $224.270

Entrada

- Queso de Tradición: Queso asado a la parrilla sobre plátano tentación, cocido en reducción de Kola roman, canela y clavos, bañado en salsa de guayaba negra. Un homenaje a la dulzura y el carácter de nuestra tierra, con sabores que recorren los Andes, la Costa y los Llanos.

- Aborrajados del Valle: El alma dulce del Valle en un solo bocado. Plátano maduro suavemente machucado, abrazando queso fundido y envuelto en un dorado crujiente. Acompañado de cerdo desmechado en una melosa BBQ de guayaba Un juego de texturas y sabores que evocan la calidez de la cocina valluna nuestra tierra, con sabores que recorren los Andes, la Costa y los Llanos.

- Cacerola de Posta Cartagenera: Déjate tentar por la fusión del Caribe y Antioquia, un homenaje a nuestra riqueza colombiana. El fuego ancestral, símbolo de energía y transformación, cocida lentamente la posta hasta volverla melosa, impregnándola de aromas dulces y especiados. Más que un plato, una experiencia que nutre el cuerpo y reconforta el alma.

Fuerte

- Arroz Atollado (Sabor que Abraza): Un plato que cuenta historias de fuego lento y paciencia. Inspirado en la influencia española y arraigado en el Valle del Cauca, este arroz meloso se impregna con la esencia de la costilla, el chorizo y un sofrito profundo, todo envuelto en un caldo que lo transforma en un bocado reconfortante. Llamado "atollado" por su textura, cada cucharada es un abrazo de sabor, una tradición que se queda en la memoria y en el alma

- Posta Cartagenera: Un viaje a las cocinas ancestrales de Cartagena. La carne, bañada en una reducción de panela, vino y especias, se cocina pacientemente durante ocho horas hasta alcanzar una textura que se deshace en el paladar. Cada bocado es un tributo a las recetas que han pasado de generación en generación. Servida con arroz cremoso de coco, champiñones salteados y un toque de queso costeño, esta es la esencia del Caribe en un plato.

- Crujiente Herencia: El chicharrón, símbolo de fuego y paciencia, toma nueva vida en esta versión marinada por 24 horas y dorada con sal gruesa hasta alcanzar su crocancia perfecta. Acompañado de machucao de plátano maduro y un vibrante encurtido de cidra con ají dulce y cilantro, donde la acidez y el aroma despiertan el paladar. La cidra, tesoro de nuestras cocinas, añade el toque final a este bocado que honra la tradición con cada crujido. Historia, sabor y textura en una sola mordida.

Postre

- Solterita: Una reinterpretación elegante de un clásico colombiano. La galleta crujiente de color naranja sostiene un mousse aterciopelado de solterita, donde la dulzura se encuentra con la acidez sutil de la mermelada de corozo. La leche condensada y el chocolate blanco aportan el equilibrio perfecto, creando una experiencia delicada y llena de matices. Un postre que honra la tradición con sofisticación.

- Oblea Mestiza: Un dulce con historia. La oblea llegó a Colombia desde Europa y encontró en nuestras tierras un nuevo significado. En plazas, esquinas y ferias, se convirtió en un símbolo de tradición y alegría. En Bihao, le damos nuestro propio toque: Rellena de queso, chantilly, lecherita y arequipe, con el contraste vibrante de nuestra salsa exclusiva de corozo y mora. Un bocado que celebra la mezcla de culturas y sabores de nuestra tierra.

- Encanto de Yuca: Un homenaje a los sabores del Caribe colombiano. La yuca, base de nuestra herencia culinaria, se transforma en un cremoso suave con la acidez sutil del suero costeño y la riqueza de la nata. La galleta cuca aporta su toque crocante, mientras el bocadillo veleño envuelve cada bocado en dulzura. Un postre que exalta la tradición y el alma de nuestra tierra.

Menú de $195.000 Antes $279.900

Entradas:

- Queso de tradición: Queso asado a la parrilla sobre plátano tentación, cocido en reducción de Kola roman, canela y clavos, bañado en salsa de guayaba negra. Un homenaje a la dulzura y el carácter de nuestra tierra, con sabores que recorren los Andes, la Costa y los Llanos.

- Aborrajados del valle: El alma dulce del Valle en un solo bocado. Plátano maduro suavemente machucado, abrazando queso fundido y envuelto en un dorado crujiente. Acompañado de cerdo desmechado en una melosa BBQ de guayaba Un juego de texturas y sabores que evocan la calidez de la cocina valluna nuestra tierra.

- Cacerola de Posta Cartagenera: Déjate tentar por la fusión del Caribe y Antioquia, un homenaje a nuestra riqueza colombiana. El fuego ancestral, símbolo de energía y transformación, cocida lentamente la posta hasta volverla melosa, impregnándola de aromas dulces y especiados. Más que un plato, una experiencia que nutre el cuerpo y reconforta el alma.

Plato fuerte:

- Arroz endiablado: Un tributo al fuego, al mar y a la memoria culinaria del Pacífico. Inspirado en la cocina de Maura Caldas, este arroz es un canto al litoral, donde el pulpo, los camarones, los mejillones y los calamares se funden en un sofrito de hierbas de azotea y ají endiablado. Servido en hoja de bijao, su esencia se despierta con llamas en mesa, liberando aromas que evocan los fogones ancestrales y la energía indomable de la cocina colombiana. Una experiencia sensorial donde el fuego transforma, sana y eleva cada bocado.

- Posta cartagenera: Un viaje a las cocinas ancestrales de Cartagena. La carne, bañada en una reducción de panela, vino y especias, se cocina pacientemente durante ocho horas hasta alcanzar una textura que se deshace en el paladar. Cada bocado es un tributo a las recetas que han pasado de generación en generación. Servida con arroz cremoso de coco, champiñones salteados y un toque de queso costeño, esta es la esencia del Caribe en un plato.

- Crujiente herencia: El chicharrón, símbolo de fuego y paciencia, toma nueva vida en esta versión marinada por 24 horas y dorada con sal gruesa hasta alcanzar su crocancia perfecta. Acompañado de machucao de plátano maduro y un vibrante encurtido de cidra con ají dulce y cilantro, donde la acidez y el aroma despiertan el paladar. La cidra, tesoro de nuestras cocinas, añade el toque final a este bocado que honra la tradición con cada crujido. Historia, sabor y textura en una sola mordida.

Postre:

- Solterita: Una reinterpretación elegante de un clásico colombiano. La galleta crujiente de color naranja sostiene un mousse aterciopelado de solterita, donde la dulzura se encuentra con la acidez sutil de la mermelada de corozo. La leche condensada y el chocolate blanco aportan el equilibrio perfecto, creando una experiencia delicada y llena de matices. Un postre que honra la tradición con sofisticación.

- Oblea mestiza: Un dulce con historia. La oblea llegó a Colombia desde Europa y encontró en nuestras tierras un nuevo significado. En plazas, esquinas y ferias, se convirtió en un símbolo de tradición y alegría. En Bihao, le damos nuestro propio toque: Rellena de queso, chantilly, lecherita y arequipe, con el contraste vibrante de nuestra salsa exclusiva de corozo y mora. Un bocado que celebra la mezcla de culturas y sabores de nuestra tierra.

- Encanto de yuca: Un homenaje a los sabores del Caribe colombiano. La yuca, base de nuestra herencia culinaria, se transforma en un cremoso suave con la acidez sutil del suero costeño y la riqueza de la nata. La galleta cuca aporta su toque crocante, mientras el bocadillo veleño envuelve cada bocado en dulzura. Un postre que exalta la tradición y el alma de nuestra tierra.